Imagen de la película Canino (Kynodontas). Yorgos Lanthimos, Grecia, 2009.

Esta película, que obtuvo en el Festival de Cannes 2009 el premio Un certain regard,nos muestra,como esos espejos deformantes, lo que puede llegar a ser la educación del siglo XXI: sujetos que no tienen conciencia de sí, y cumplen un programa.

El director trabaja concienzudamente tanto el código, su lenguaje cinematográfico, como el mensaje, para producir en el espectador desde el inicio la pregunta ¿pero qué ocurre aquí? ¿esto qué es? Algunas películas te producen ese efecto de real, y Canino es una de ellas. Lo real es un fogonazo, es siempre un trozo deshilachado, sin bordes… sólo cuando empezamos a comprender, a significar, va tomando forma.

El imperativo "todo en el ser humano es educable" estalla por la fuerza pulsional, presentada aquí sin velos, y sin piedad. En alguna secuencia nos permite sonreír, cuando el control sobre la significación de las palabras tiene efecto de chiste, sólo para el espectador, pero se hiela rápidamente la sonrisa, pues la angustia está de fondo. Hay un padre real que produce efectos reales (la agresión, el incesto), en esta familia privada de la dimensión simbólica. Una situación imposible si, pero no por ello deja de estar en el horizonte de nuestro tiempo como una amenaza.

Paloma Larena
ELP, Zaragoza