Un amigo escribía en Facebook: "No entiendo nada, abrí todo, estoy en remera". Su sorpresa se debía a que el año pasado, a la misma altura, en Wiesbaden, se encontraba "encerrado jugando a los dados con dos osos polares".

Hoy los medios anuncian el intenso fenómeno climático sucedido en varias ciudades americanas. Allí las temperaturas, por ejemplo en Chicago, llegaron a los 50 grados bajo cero.

En abril de 2013, La Plata vivía su acontecimiento. Un temporal imposible de prever dejaba más de 70 muertos. Aquel día quedé incomunicado en el piso 16 del primer rascacielos de la ciudad. Encuentro con un real traumático del que aún hablo.

"El tiempo está loco" oímos, manifestaciones de un desorden en lo real, efectos del capitalismo y la tecnociencia en su potencia de tocar dicho registro. Si bien lo real, en tanto aquello que vuelve al mismo lugar, se ha despegado de la naturaleza, las sorpresas de la naturaleza constituyen una loca respuesta del tiempo que nos toca vivir.

Christian Ríos
La plata, Argentina, EOL