Entrevista realizada por Manuel Zlotnik
Andrei Vazhnov es físico, tiene una Maestría en Políticas Públicas de Harvard University y un diploma en Física de Novosibirsk University, es Director Académico del Instituto Baikal y es profesor de la Cátedra de Emprendimientos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires. Se tomó con mucho entusiasmo y seriedad la propuesta que le hicimos desde Afinidades. |
Manuel Zlotnik: Se suele decir "La naturaleza es sabia". ¿Qué opina un físico como vos de esta frase? ¿Se supone que hay un orden preestablecido con leyes que la ciencia viene a descubrir o se trata de un caos y la ciencia capta sus fragmentos? ¿Había un orden que se perturbó o el desorden viene desde el origen?
Andrei Vazhnov: Puedo entender esta frase como una metáfora de la armonía y belleza que observamos en el universo.
Los físicos creen que hay un orden subyacente y objetivo que se puede descubrir. Lo vemos en la búsqueda de una sola teoría que explicaría todas las fuerzas y partículas que observamos en la naturaleza. El último libro de Stephen Hawking "The Grand Design" afirma que estamos acercándonos a este tipo de teoría, para muchos, es casi un artículo de fe.
Sin embargo, la existencia de este orden (si existe) es algo milagroso. Dice Einstein, "Les puede parecer extraño que yo considero el hecho de que el mundo es comprensible un milagro o un misterio eterno. Bueno, a priori, uno esperaría encontrar un mundo caótico que no puede ser entendido por una mente de ninguna manera."
¿Qué es orden? En este contexto, es precisamente como dice la cita de Einstein que el mundo no es totalmente arbitrario, que lo podemos llegar a entender de alguna manera aunque sea limitada, y entender aquí es que ciertos modelos que tenemos en nuestras mentes tengan coherencia con lo que pasa en el mundo afuera. Un modelo es un proceso de inferencia lógica de predecir un resultado a partir de un supuesto, una teoría científica en el fondo es sólo una generalización de este proceso de crear modelos, tratar de explicar la máxima cantidad de observaciones con la mínima cantidad de supuestos, por eso no creo que pre-exista un orden subyacente y que lo estamos descubriendo sino que hay infinitas maneras de construir modelos que tienen coherencia con las observaciones.
La otra arista interesante de ésto es que nuestros modelos exhiben cierta estabilidad, si el mundo fuera totalmente caótico, ningún ser vivo, y mucho menos inteligente podría existir en él, con lo cual no estaríamos aquí para reflexionar sobre estos temas.
La teoría de Big Bang, por ejemplo, postula un universo finito en el tiempo y en el espacio, pero por qué el Big Bang resultó de estructuras relativamente estables (en nuestra escala de tiempo) y no del caos total que hubiera sido mucho más probable. Hay distintas hipótesis: tal vez el universo es eterno o infinito y hay regiones y/o épocas que realizan todo tipo de leyes desde lo más caótico hasta las versiones ordenadas de un universo como nuestro rincón. O tal vez, como dice la teoría de supercuerdas, Big Bang es sólo un universo en un multiuniverso. O quizás, como dice el físico Lee Smolin, los universos evolucionan. A estas alturas todas son puras especulaciones, pero filosóficamente creo que nuestro universo observable es un pequeño pedazo de algo mucho más grande y que hasta la estabilidad de las leyes en un esquema más amplio es algo contingente.
M.Z: Einstein dice:"No creo en un Dios que juegue a los dados" desde tu perspectiva ¿El material del que se sirve el científico es confiable o no?
A.V: Einstein dijo esta frase como una crítica de la Mecánica Cuántica, uno de los dos pilares de la ciencia moderna. Específicamente, no le gustaba (a) la naturaleza probabilística de esta teoría y (b) que las partículas elementales parecen mostrar aspectos incompatibles dependiendo de cómo el observador organiza el experimento.
Según la mecánica cuántica una partícula elemental, como un fotón no existe en un lugar concreto sino solamente podemos calcular una probabilidad de encontrarlo en tal lugar u otro. Además, depende de cómo organizas la medición, el fotón se comportará como una partícula o como una onda, modalidades que antes se consideraban mutuamente excluyentes.
Es importante destacar que la naturaleza probabilística de la mecánica cuántica no la hace menos confiable por el contrario, es por lejos la teoría más precisa que tenemos. Lo más importante tal vez es que esta teoría derrota un fundamento clave de la ciencia: los objetos de nuestros estudios tienen características independientes de como los observamos. El hecho de que las partículas elementales exhiben naturalezas incompatibles de acuerdo a como las medimos o que la partícula "aparece" en un lugar concreto solo en el momento de medición, resultaba muy perturbador para Einstein.
M.Z: ¿El avance de la ciencia es sin pausa y sin límites, pero aun así supongo que como científico te encontrarás con límites, dónde ubicarías los límites de tu disciplina hoy? ¿Y cómo interviene en el S XXI la economía de mercado y las políticas de estado en este avance sin límites?
A.V: Si miramos hacia el futuro lejano, yo no estoy de acuerdo que la ciencia avanza sin límites. De hecho, me da mucho orgullo que pudimos llegar a entender tanto. Einstein decía: "la cosa más incomprensible del mundo, es que es comprensible."
Si por ejemplo, tomamos un chimpancé la diferencia genética con un humano moderno es sólo de 2%. El chimpancé tiene modelos muy complejos de su entorno y es capaz de desarrollar nuevos y sin embargo está claro que aun después de mil años no llegaría a entender ni la tabla de multiplicación y mucho menos electromagnetismo o relatividad.
De la misma manera creo que existen los límites para la mente humana. A través de lenguaje, cultura, y ciencia pudimos desarrollar conocimiento mucho más allá de lo imaginado, sin embargo, el cerebro humano al igual que el del chimpancé es una producción azarosa de la evolución y sería presumido pensar que tiene capacidad de entendimiento infinita, los límites existen y la mecánica cuántica tal vez es uno de los primeros ejemplos.
Creo que un día veremos, como dijo Arthur C. Clarke, que el universo no sólo es más extraño de lo que imaginamos sino que es más extraño de lo que podemos imaginar.
Sin embargo, supongo que por lo menos en el siglo XXI la ciencia se desarrollará más rápido aun de lo que esperamos. Es apenas el comienzo del avance de la biología y medicina y estamos todavía muy lejos de los límites.
M.Z: ¿Cómo se maneja el científico frente a lo inesperado? ¿Tendrás alguna experiencia personal que nos quieras transmitir de tu encuentro con alguna contingencia inesperada en tu actividad?
A.V: Creo que el método científico depende y vive de lo inesperado. Lo que hace la ciencia tan distinta de otras actividades humanas es que siempre busca refutarse a sí misma. Lo mejor que le puede pasar a un científico es que el experimento de un resultado que lo sorprende, que no esté de acuerdo con el modelo. La mayoría de las veces son errores pero habiendo descartado todos los errores, los resultados inesperados nos llevan a la ciencia nueva.